La Carta Democrática Interamericana tiene como propósito conseguir una evaluación imparcial e independiente del proceso político peruano y abrir espacios de diálogo y concertación para preservar la gobernabilidad e institucionalidad.
Además, es el principal instrumento multilateral a nivel regional, de naturaleza preventiva, en materia de preservación y defensa de la democracia, uno de los valores más preciados de la sociedad, que estamos obligados a proteger ante la grave crisis política que sacude el país durante las últimas semanas.
Su aplicación a través de los años, en diversos países de la región y en el Perú, ha permitido enfrentar complejas situaciones que afectaban la institucionalidad democrática y encauzar los conflictos entre diversos poderes del Estado de manera pacífica y a través del diálogo, preservando el derecho de los pueblos a la democracia.
Asimismo, indicó que la carta no cuenta con la capacidad de modificar el curso de los procedimientos contemplados en el marco constitucional peruano ni en los procesos de control y contrapeso entre los poderes del Estado.
Sin embargo, no tiene la potestad de resolver recursos legales presentados internamente como procesos judiciales o constitucionales en curso.
“Para el Perú, el fortalecimiento del régimen democrático y del Estado de derecho es la primera política de Estado que nos comprometimos a cumplir, proteger y defender hace 20 años a través del Acuerdo Nacional. Ese es el espíritu que motiva la activación del mecanismo de garantía colectiva que nos provee la Carta Democrática Interamericana“, manifestó.
Para la Cancillería, el Estado de derecho y la democracia representativa constituyen la única vía conducente a lograr la paz y el desarrollo del país, garantizar la vigencia de los derechos fundamentales y resolver los principales desafíos.
Estos son las principales consideraciones que el canciller César Landa presentará hoy jueves 20 en la sesión extraordinaria del Consejo Permanente de la OEA convocada para ver la situación peruana.