Desde fines de junio hasta concluir octubre, las ballenas jorobadas, entre otras especies, migran hacia las costas de Piura y Tumbes, en Perú, así como a las de Ecuador, para iniciar su proceso de apareamiento y reproducción. Este fenómeno natural marca el comienzo de la temporada de avistamiento de ballenas, que empieza oficialmente el 15 de julio de cada año.
La llegada de estos gigantes marinos atrae a miles de turistas nacionales y extranjeros, beneficiando al turismo local. Sin embargo, los pescadores artesanales se ven afectados por la presencia de las ballenas, ya que sus herramientas de pesca suelen dañarse o perderse. Por ello, solicitan una compensación económica para cubrir las pérdidas ocasionadas por la interacción con estos cetáceos.
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