Una ráfaga de goles cerraron una estimulante presentación de Brasil en los octavos con tantos de Vinicuis, Richarlison, Neymar y Paquetá. En media hora un festival orquestado por Ney dejó buenas sensaciones. Los asiáticos nunca fueron rivales para los tetracampeones del mundo, que en el regreso de su ’10’ dejaron otra imagen, muy lejana, de la derrota ante Camerún… eso sí con una oncena alternativa, pero muy por debajo de su nivel.
Lo de Tite mostraron sus galones de candidata a levantar su sexto título con buen fútbol y un plantel muy rico en todas sus líneas. Muy rápido pusieron todo en orden. Con su ataque estelar: Vini abrió el tanteador y entregó una asistencia de ‘taquito’ a Paquetá para el cuarto. No se necesitó a la mejor versión del crack del PSG -marcó el segundo de penal- para que Brasil juega bien. El ‘jogo bonito’ en 36′ fue suficiente para el carnaval.
Sólo les bastó esos minutos para golear a un indefenso Corea que sufrió la zamba de Vinicius y Rapinha por los costados, además de un correcto Richarlison como ‘9’ de la ‘verdeamarela‘. El del Tottenham metió un golazo con paredes que destruyeron el muro asiático entre Marquinhos y Neymar. No será Romario o Ronaldo, pero a punta de goles justifica su titularidad.
Ya con el partido cerrado y sacramentado un zurdazo de Paik sirvió sólo para el festejo de los coreanos, que se van con la frente en alto. Un cuadro ordenado, pragmático y veloz. Brasil, ahora, debe voltear la página y pensar en Croacia, la subcampeona, que podría aguarle la fiesta, caipirinha y sus ilusiones de Neymar de conquistar su primera y, quizás, única Copa del Mundo.
