El pasado 5 de abril el Gobierno de México anunció que exigirá visas a los ciudadanos peruanos que quieran ingresar a su país.
Esta medida entrará en vigencia el próximo 20 de abril, y se aplicará a los peruanos que deseen entrar a los Estados Unidos Mexicanos en la condición de estancia de “visitante sin permiso para realizar actividades remuneradas”.
De acuerdo al comunicado oficial, el requerimiento de visas es una medida temporal, que se justifica en el incremento sustancial de peruanos que ingresan a México presentando inconsistencias en su documentación o información personal.
Dichas inconsistencias, asegura el Gobierno mexicano, robustecen la posibilidad de que un número significativo de personas puedan utilizar la supresión de visa indebidamente, con intenciones que no sean precisamente turísticas.
¿Qué respuesta dio el Gobierno del Perú?
Como respuesta, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Perú anunció que, en vista de la medida unilateral tomada por México, el Gobierno peruano impondrá el requisito de visa a los ciudadanos mexicanos que decidan visitar nuestro país.
Esto, en aplicación del Principio de Reciprocidad, que es una regla fundamental en la relación entre Estados soberanos.
¿Cómo surgieron las tensiones entre México y Perú?
El anuncio del requerimiento de visas para viajar de México a Perú (y viceversa) no marca el inicio de las tensiones diplomáticas entre ambos países, ya que dichos estados han mantenido una fuerte disyuntiva en los últimos años.
Dichas tensiones comenzaron en diciembre del 2022, cuando el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, defendió al expresidente Pedro Castillo después de su fallido intento de golpe de Estado.
En sus declaraciones, AMLO también arremetió contra la presidenta Dina Boluarte, llamándola “presidenta espuria”, es decir, falsa o bastarda.
El problema continuó cuando la embajada de México decidió darle asilo a la familia del destituido Castillo. Ante esto, el Gobierno del Perú decidió expulsar al embajador de México, Pablo Monroy, declarándolo persona non grata. Además, se ordenó el retiro del embajador peruano en tierras mexicanas.
Debido a todas estás tensiones políticas, la relación diplomática entre ambos países se ha visto fuertemente afectada, y mucho más ahora, después de las medidas adoptadas por ambos países sobre el requisito de visas.
Al respecto, el canciller del Perú, Javier González-Olaechea, no descarta que la decisión tomada por el Gobierno mexicano haya surgido como respuesta a las malas relaciones diplomáticas que existen entre ambos países.
